Prueba de la tos ferina
¿Qué es una prueba de tos ferina?
La tos ferina, también conocida como tos convulsa o tosferina, es una infección bacteriana que causa ataques fuertes de tos y dificultad para respirar. Las personas con tos ferina a veces hacen un ruido agudo (estridor) al tratar de inspirar. La tos ferina es muy contagiosa. Se transmite de una persona a otra al toser o estornudar.
La tos ferina se puede contraer a cualquier edad, pero afecta principalmente a los niños. Es especialmente grave, y algunas veces mortal, para los bebés menores de un año. La prueba de tos ferina puede ayudar a diagnosticar la enfermedad. Si su niño recibe un diagnóstico de tos ferina, tal vez pueda recibir tratamiento para prevenir las complicaciones graves.
La mejor manera de protegerse contra la tos ferina es la vacunación.
Otros nombres: prueba de tos ferina, cultivo de Bordetella pertussis, prueba de tosferina, prueba de tos convulsiva
¿Para qué se usa la prueba?
La prueba de tos ferina se usa para saber si usted o su niño tienen tos ferina. Recibir un diagnóstico y tratamiento en las primeras etapas de la infección puede hacer que los síntomas sean menos graves y ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad.
¿Por qué necesito una prueba de tos ferina?
Su médico o profesional de la salud podría pedir esta prueba si usted o su niño tiene síntomas de tos ferina. Usted o su niño también podrían necesitar una prueba si han estado expuestos a alguien que tiene tos ferina.
Los síntomas de la tos ferina generalmente ocurren en tres etapas. En la primera etapa, los síntomas se parecen a los de un resfriado común y pueden incluir:
Goteo nasal
Ojos aguados
Fiebre baja
Tos leve
Es mejor hacerse la prueba en la primera etapa, cuando la infección es más tratable.
En la segunda etapa, los síntomas son más graves y pueden incluir:
Tos fuerte que es difícil de controlar
Problemas para recuperar el aliento al toser, que puede causar un sonido de "chillido".
Toser tan fuerte que causa vómitos
En la segunda etapa, los bebés pueden no toser del todo. Pero pueden tener dificultad para respirar o a veces incluso pueden dejar de respirar.
En la tercera etapa, usted comenzará a sentirse mejor. Quizás aún tenga todos, pero probablemente sea menos frecuente y fuerte.
¿Qué sucede durante una prueba de tos ferina?
Hay diferentes maneras de hacer una prueba de tos ferina. Su proveedor de atención médica puede elegir una de las siguientes maneras de hacer un diagnóstico de tos ferina.
Aspirado nasal. El médico o profesional de salud inyecta una solución salina en la nariz y luego extrae una muestra succionando delicadamente.
Muestra con hisopo. El médico o profesional de la salud usa un hisopo especial para tomar una muestra de la nariz o la garganta.
Análisis de sangre. Durante la prueba, el profesional de la salud toma una muestra de sangre de una vena de un brazo con una aguja pequeña. Después de insertar la aguja, extrae una pequeña cantidad de sangre y la coloca en un tubo de ensayo o frasquito. Tal vez sienta una molestia leve cuando la aguja se introduce o se saca, pero el procedimiento suele durar menos de cinco minutos. Las pruebas de sangre se suelen usar con más frecuencia en las etapas posteriores de la tos ferina.
Además, su médico o profesional de la salud podría pedir una radiografía para detectar inflamación o líquido en los pulmones.
¿Tendré que hacer algo para prepararme para la prueba de tos ferina?
La prueba de tos ferina no requiere ninguna preparación especial.
¿Tiene algún riesgo esta prueba?
Los riesgos de una prueba de tos ferina son mínimos.
El aspirado nasal puede ser incómodo. Estos efectos son pasajeros.
Con la muestra con hisopo, se puede sentir una sensación de náuseas o cosquilleo cuando se toma una muestra de la garganta o la nariz.
Con la prueba de sangre, tal vez sienta un dolor leve o se le forme un moretón en el lugar donde se inserta la aguja, pero la mayoría de los síntomas desaparecen rápidamente.
¿Qué significan los resultados?
Un resultado positivo probablemente significa que usted o su niño tiene tos ferina. Un resultado negativo no descarta del todo la enfermedad. Si sus resultados son negativos, es probable que su médico o profesional de la salud pida más pruebas para confirmar o descartar un diagnóstico de tos ferina.
La tos ferina se trata con antibióticos. Los antibióticos pueden hacer que la infección sea menos grave si el tratamiento comienza antes de que la tos se ponga realmente mala. El tratamiento también puede ayudar a prevenir el contagio.
Si tiene preguntas sobre los resultados de su prueba o su tratamiento, consulte con su médico o profesional de la salud.